7 Días en Marruecos – desde Marrakech al desierto

Te recogemos en el aeropuerto a la hora acordada y te llevamos directamente a tu alojamiento en un riad típico dentro de la medina. Este primer día es perfecto para descansar del viaje y empezar a sentir el ambiente único de Marrakech. Si llegas con tiempo, puedes aprovechar para dar un paseo libre por los alrededores del zoco, tomar un té con menta en una terraza de la plaza Jemaa el-Fna o cenar en algún sitio local. ¡Empieza la aventura!

Hoy conocerás lo mejor de Marrakech con un guía local en español. Visitaremos lugares imprescindibles como el Palacio Bahía, las Tumbas Saadíes, la Koutoubia y los laberintos del zoco tradicional. También podrás pasear por los jardines de la ciudad, como los Jardines Majorelle o el Palmeral, si te apetece por la tarde.

Tendrás tiempo libre para comer, explorar a tu ritmo y empaparte del ambiente vibrante de esta ciudad imperial. Marrakech es un caos encantador: colores, aromas, artesanía y cultura viva en cada rincón.

Después del desayuno, salimos rumbo al sur atravesando el Alto Atlas por el puerto de Tizi n’Tichka (2.260 m). El paisaje de montaña, los pueblos bereberes y las vistas son una maravilla. Paramos para hacer fotos y descansar.

Llegamos a la espectacular Kasbah de Ait Ben Haddou, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es uno de los lugares más fotogénicos de Marruecos y escenario de muchas películas.

Continuamos hacia Ouarzazate, conocida como “la puerta del desierto”, y seguimos la ruta de las mil kasbahs pasando por el Valle de las Rosas hasta llegar al Valle del Dades, donde nos esperan paisajes de montaña, gargantas y formaciones rocosas sorprendentes.

Hoy seguimos hacia el desierto. Primero visitamos las impresionantes Gargantas del Todra, un cañón natural de más de 300 metros de altura con un río que lo atraviesa. Ideal para caminar un rato y disfrutar del entorno.

Después nos dirigimos a Erfoud, conocida por sus fósiles, y poco a poco el paisaje cambia hasta llegar a las dunas doradas del desierto de Merzouga. Allí nos esperan los dromedarios para llevarnos entre las dunas del Erg Chebbi al ritmo del atardecer.

Pasamos la noche en un campamento bereber en haimas privadas, donde disfrutaremos de una cena tradicional, música al fuego y un cielo lleno de estrellas.

Nos levantamos temprano para ver el amanecer sobre las dunas, una experiencia inolvidable. Tras el desayuno, haremos una excursión en 4×4 por la zona del desierto:

• Visitamos familias nómadas que viven en tiendas tradicionales

• Pasamos por el pueblo de Khamlia, donde conoceremos la música gnawa, típica del sur de Marruecos

• Exploramos oasis ocultos y antiguas minas de fósiles

La tarde es libre para disfrutar del desierto a tu ritmo: subir a las dunas, descansar o disfrutar de la calma del paisaje.

Desayunamos y salimos hacia el norte. Hacemos una parada en el mercado tradicional de Rissani, famoso por ser uno de los más auténticos del sur. Desde allí tomamos una ruta diferente, cruzando pueblos bereberes y zonas semidesérticas hasta llegar al Valle del Draa, el palmeral más extenso de Marruecos.

Pasamos por pueblos como Nkob y Agdz, y disfrutamos del contraste entre desierto, oasis y montañas. Llegamos a Ouarzazate por la tarde para descansar y cerrar el día con una buena cena.

En el último día, emprendemos el regreso a Marrakech atravesando de nuevo el Alto Atlas. Si no lo hicimos a la ida, podemos visitar los estudios de cine Atlas o la Kasbah de Telouet, una joya menos conocida del sur.

Llegamos a Marrakech con tiempo para dejarte en el aeropuerto o en tu alojamiento, dependiendo de tu vuelo o extensión de viaje.