Ruta de 3 días desde Marrakech a Fes y desierto

Empezamos la aventura saliendo temprano desde Marrakech en dirección sur, cruzando las montañas del Alto Atlas por el puerto de Tizi n’Tichka (2.260 m), con paradas en miradores espectaculares para que tomes fotos y disfrutes del paisaje.

Nuestra primera gran visita será a la Kasbah de Ait Ben Haddou, una fortaleza tradicional de tierra y paja declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es una de las más famosas de Marruecos y ha aparecido en películas como Gladiator, La Momia o Juego de Tronos.

Después del almuerzo por la zona de Ouarzazate, conocida como «el Hollywood de África», continuamos hacia el Valle de las Rosas y el Valle del Dades, donde veremos formaciones rocosas impresionantes y pueblos colgados de las montañas. Aquí pasaremos la noche en un riad tradicional rodeado de naturaleza.

Alojamiento: Riad con encanto en el Valle del Dades

Después del desayuno, seguimos rumbo hacia las Gargantas del Todra, un desfiladero natural con paredes de más de 300 metros de altura. Es uno de los lugares más espectaculares del sur de Marruecos, ideal para dar un paseo y respirar aire puro.

Luego, cruzamos varios pueblos bereberes, oasis y zonas semiáridas hasta llegar a Erfoud, conocida por sus fósiles y su mercado de dátiles. Ya por la tarde llegamos a Merzouga, donde las dunas doradas del Erg Chebbi nos dan la bienvenida.

Aquí empieza la aventura en el desierto: montarás en camello y cruzarás las dunas al atardecer hasta llegar al campamento bereber, donde pasarás la noche bajo las estrellas. Cena típica, música tradicional y una experiencia que se te quedará grabada para siempre.

Alojamiento: Haima bereber en pleno desierto

Nos levantamos temprano para ver el amanecer en las dunas, uno de los momentos más mágicos del viaje. Después del desayuno, volvemos en camello o en 4×4 al pueblo para reencontrarnos con el vehículo y empezar la ruta hacia el norte.

Atravesamos Errachidia y nos adentramos en el Valle del Ziz, un impresionante corredor de palmeras y pueblos bereberes que contrasta con las montañas que lo rodean. Luego cruzamos el Medio Atlas, parando en Midelt para almorzar.

Seguimos subiendo hasta el bosque de cedros de Azrou, donde, con un poco de suerte, veremos a los monos de Gibraltar en libertad. Después pasamos por Ifrane, conocida como «la Suiza de Marruecos», por su arquitectura europea y su entorno verde.

Finalmente llegamos a Fez por la tarde, donde termina esta ruta única por Marruecos, llena de paisajes, cultura y emociones.